“LE DESEÉ DELANTE DE SU AHORA ESPOSA QUE FUERA MUY FELIZ”
Mi nombre es Liz y me gustaría contarles mi historia de amor.
En enero del 2007 conocí a un chico especial. Trabajábamos en la misma área, en la misma empresa y, aunque los primeros meses solo me pareció lindo, nunca pensé en lo que él se podía convertir para mí.
A mediados de ese año en una ocasión coincidimos en una reunión y empezamos a conversar. Fue tanta la química que hubo que pasaron muchas horas y nos desconectamos del mundo por completo. No nos dimos cuenta que la reunión había terminado y que estábamos prácticamente solos. Recuerdo perfectamente la emoción que sentía y lo feliz que me sentía de conocer a alguien que me hiciera tan feliz. Ese día vi a mi mejor amiga después que a él, recuerdo perfectamente cuando ella me dijo que mis ojos brillaban como nunca y que nunca me había visto tan radiante. Él fue la persona que vino a sacarme de la oscuridad y depresión en que vivía y le dio un giro a mi vida aunque no todo era perfección Él tenia una relación de años con su primera y única novia, aunque su relación era monótona y fría
Después de esa primera platica pasamos mas tiempo juntos, buscábamos pretextos para coincidir y todos los días saliendo de trabajar íbamos a mi casa o salíamos al cine o hacíamos distintas cosas juntos. Sólo los fines de semana se los dedicaba a su novia y yo lo acepté y me conformé con esto que tenia de él. Ante la gente siempre fuimos los mejores amigos y, aunque era un secreto a voces, nuestra relación clandestina a nadie se lo confirmamos, sólo eramos amigos.
Después de esa primera platica pasamos mas tiempo juntos, buscábamos pretextos para coincidir y todos los días saliendo de trabajar íbamos a mi casa o salíamos al cine o hacíamos distintas cosas juntos. Sólo los fines de semana se los dedicaba a su novia y yo lo acepté y me conformé con esto que tenia de él. Ante la gente siempre fuimos los mejores amigos y, aunque era un secreto a voces, nuestra relación clandestina a nadie se lo confirmamos, sólo eramos amigos.
Así pasaron dos años hasta que un día me contó que lo ascenderían y que se tenia que ir de la ciudad. Eso no era todo. Debido a la situación que estaba por venir él se casaría entrando el próximo año. Esas noticias me dañaron por completo. Unos días después platicamos de la situación Me dijo que las personas tenían que hacer cosas que las demás personas esperaban de ellos y que yo era lo mejor que le había pasado. Eso me aligeró sutilmente mi dolor.
Desde el día de su partida no hubo nada que me hiciera feliz más que escucharlo. Hablábamos todos los días a todas horas. No hay plazo que no se llegue, ni fecha que no se cumpla. Por fin llegó el día de su venida a la ciudad para su boda. Nos vimos un día antes, pasamos la noche juntos y no recuerdo haberle rogado tanto a Dios para que no avanzara mas el tiempo como esa noche, porque al día siguiente el ya no seria nunca mas mio. Siempre tratando de guardar las apariencias, la gente me cuestionaba como era posible que no asistiera a la boda de mi mejor amigo. Era la boda religiosa y el ritual mas importante de su vida no lo podía dejar solo.
Recuerdo perfectamente cada momento de la ceremonia. Acepto que nunca fui tan dura como ese dia, esa hora que estuve alli fue la mas eterna de todas las que he vivido hasta hoy. Le deseé delante de su ahora esposa que fuera muy feliz y me despedi de el con un abrazo.
De esto ya han pasado un año y seis meses y aún lo recuerdo con dolor. He vuelto ha hablar con él, pero sé que nuestra historia no se ha terminado. Ya no podremos estar juntos nunca más porque él ya tiene una vida lejos de mi y en la que no estoy incluida.
Sé que nunca leerás esto, sé que nunca sabrás que lo escribí. Pero quiero que sepas que no hay nadie y no habrá quien pueda llegar a querer como te quiero y te amo a ti.
Ruego a dios tu felicidad aunque esta sea lejos de mí y nunca olvides que siempre te pienso y siempre te tengo en mi corazón. Guardo todos tus recuerdos, que es lo único que realmente me perteneció de ti.
Te amo O. C.