Elvira Madigan, fue una acróbata circense que vivió a finales del siglo XIX. De padre danés y madre noruega, Elvira ( cuyo nombre real era Hedvig Jensen) había crecido dentro del mundo del circo. Su madre era actriz circense y su padrastro dirigía el circo en el que ambas trabajaban.
Durante una gira por Suecia, Elvira conoció a Sixten Sparre, un oficial de caballería de la armada sueca. Sparre y Elvira se enamoraron pero su amor resultó imposible ya que Sparre estaba casado y además era padre de dos hijos.
Durante algún tiempo Elvira y Sparre estuvieron viéndose en secreto y sólo de forma esporádica cuando las circunstancias se lo permitían. Sin embargo, tras más de tres años en esta situación, decidieron que había llegado el momento de abandonarlo todo y fugarse juntos. Así fue como ambos hicieron acopio de todos los víveres que pudieron y juntos huyeron a Dinamarca donde vivieron escondidos varias semanas en plena naturaleza, escondidos en el bosque y apartados del resto del mundo.
Sin embargo la situación no era fácil porque eran prófugos de la justicia. El abandono de Sparre como oficial de la armada sueca era considerado una deserción y este delito podía ser castigado con la pena de muerte. Regresar ya no era una opción.
A medida que los días iban pasando y Elvira y Sparre agotaban los alimentos que les quedaban se vieron obligados a alimentarse de los frutos que encontraban en el bosque y a vender lo poco que llevaban consigo en los pueblos cercanos para poder subsistir. Pocas semanas después de fugarse los dos amantes decidieron que nunca más volverían a separarse y, antes que regresar o arriesgarse a ser apresados, preferían quitarse la vida.
Así fue como en la tarde del 1 de julio de 1889 tomaron una pequeña cesta con las pocas provisiones que les quedaban y se internaron en el bosque de Nørreskov ( Tasinge – Dinamarca). Tras preparar y compartir juntos su última comida utilizaron el revólver reglamentario que Sparre aún conservaba para sellar su destino. Fue él quién disparó. Primero lo hizo sobre ella y después sobre sí mismo.
Elvira tenía en ese momento 21 años, Sparre 35.
Recreación de los últimos momentos de Elvira Madigan y Sixten Sparre. Imagen extraída de la película
Una gran piedra en el bosque marca el lugar de la tragedia.
Dos placas en el cementerio de Tasinge recuerdan la historia de amor de Elvira y Sparre. Aún hoy las novias que contraen matrimonio en esta pequeña localidad tienen por costumbre depositar el ramo de novia en este lugar. Cuenta la leyenda que aquellas parejas que lo hagan así permanecerán, como ellos, unidas para siempre.