AMAR A DISTANCIA ES UNA PRUEBA MUY GRANDE

                        

Hola, me gustaría compartir con ustedes mi historia de amor a distancia. Creo que amar a distancia es una prueba muy grande, pues de esta manera, demuestras cuanto amas a alguien, cuanto estás dispuesto a esperar, a sufrir y hasta donde pueden llegar si se de verdad se ama a la persona.

Mi historia comenzó así, Yo soy mexicana. Un día, durante las vacaciones de diciembre 2013, estaba navegando por internet cuando me encontré con una página en la cuál había intercambio de lenguajes y creí que podía mejorar mi inglés y aprender otros idiomas además de conocer gente nueva. Conocí a muchas personas de diferentes países, entre ellas, un chico coreano que podía hablar español, debido a que el estudiaba español, decidí decirle “Hola, yo puedo ayudarte con español y tu me ayudarías a aprender coreano”, ya que en efecto a mi siempre me ha gustado la cultura coreana y japonesa. Él contestó casi enseguida.
Desde ahí comenzamos a enviarnos mensajes hasta que decidimos agregarnos en Facebook y en una aplicación llamada Kakaotalk. Hablábamos todos los días, realmente ninguno tenía la intención de tener algo ya que ambos salíamos ya con alguien, el llevaba una relación de 3 años y yo una de 8 meses. De repente nos dimos cuenta que ya preferíamos hablar todo el tiempo. Ya no ponía atención a la conversación de mi novio, solo quería llegar a casa y hablar con él. A él le pasaba lo mismo, hasta que llegó el momento en que no pude seguir con mi novio y él tampoco pudo seguir con ella y comenzamos una relación.
Todos pensarán que persona en su sano juicio deja una relación verdadera por una en la cuál ni siquiera se han visto, pues yo les respondería que no hay mejor manera de conocer los sentimientos de una persona que hablar constantemente, se darán cuenta que hablar demasiado con una persona te hace conocerla de una manera inimaginable.
En febrero del 2014 comenzamos una relación. Él estudia negocios internacionales y español y yo biología. Desde que lo conocí me dijo que tenía que ir de intercambio a España o México y una vez que comenzamos la relación me dijo que sin falta vendrá a México, pero para eso, faltan aún 2 años pues el tiene que servir al ejercito a partir del 31 de Julio de este año.
Sé que podría esperar dos años, tengo fe en que esperaríamos ambos dos años, pero no lo haré, no lo esperaré. He decidido trabajar y ahorrar y sin falta iré en junio del siguiente año. Ya lo hablamos y él a pesar de que estará en el ejercito podre visitarlo, y el me dijo que podré quedarme en su casa natal con su familia. Yo le llevaré comida. Estaré 1 mes y 20 días y regresaré a México. Después él vendrá 8 meses a México a estudiar a la Unam, llegará en Diciembre del 2016, hasta ahorita llevamos una relación como cualquier otra, mediante video llamadas, vemos películas, series, hablamos cada que podemos durante el día debido a la diferencia de horario, pero sin faltar ni un solo día. Desde que lo conocí ni un solo día hemos dejado de hablar.
Hace unos días, mientras hacía video llamada con el, mi papá se apareció y comenzó a hablar con el también, fue muy emocionante cuando de repente toda mi familia estaba hablando con el y él le dijo a mi padre: “Suegro, cuando vaya a México en 2 años, me casaré con su hija, es algo que ya acordamos, nos casaremos en 2 años en México”.
Ahora, la prueba que tengo que superar es que a partir de que el entre al Ejercito, no podré hablar casi con el. Pasarán días, tal vez semanas y no sabré nada de él. Sin embargo, durante estos meses hemos fortalecido la relación, además de que le he prometido ir en un año. Necesitaré muchas fuerzas… si me caso con el, seguramente lo compartiré con ustedes, pues me hará falta hablar mucho sobre el, tal vez eso me ayude a hacer más amena mi espera.