Investigadores de la Universidad de Granada han analizado por primera vez en el mundo la relación que existe entre el consumo de drogas y el reconocimiento de cada una de las emociones básicas (felicidad, sorpresa, ira, miedo, tristeza y asco) en los drogodependientes. Así, su trabajo ha demostrado que los drogadictos reconocen peor en los demás (a través de sus expresiones faciales) las emociones de contenido negativo: ira, asco, miedo y tristeza.
Además, el consumo habitual de alcohol, cannabis y cocaína afecta comúnmente a la fluidez y la toma de decisiones del sujeto, y cuanto más cantidad de cannabis y cocaína se consume, empeora la memoria de trabajo y el razonamiento. Asimismo, la duración del consumo de cocaína se asocia a alteraciones en la inhibición.
Para la realización de este trabajo, los científicos llevaron a cabo la evaluación neuropsicológica (con pruebas de evaluación neurocognitiva y evaluación del procesamiento emocional) de un total de 123 individuos policonsumidores de diversas drogas y 67 individuos no consumidores igualados a los anteriores en las principales variables sociodemográficas (edad y escolaridad).
La población objeto de estudio fueron individuos consumidores de drogas incluyendo cocaína, cannabis, heroína, alcohol, MDMA, y metaanfetaminas, procedentes de los centros Proyecto Hombre y Cortijo Buenos Aires de la provincia de Granada.
La autora principal de esta investigación (dirigida por los profesores Miguel Pérez García y Antonio Javier Verdejo García) ha sido María José Fernández Serrano, del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada.
Su trabajo ha demostrado, asimismo, que el 70% de los consumidores de drogas presenta algún tipo de deterioro neuropsicológico, independientemente del tipo de sustancia consumida. La memoria de trabajo era el componente con mayor porcentaje de deterioro, seguida de la fluidez, la flexibilidad, la planificación, la capacidad de multitarea y la interferencia.
Fernández Serrano cree que estos resultados “deben servir como fundamento para la realización de actuaciones políticas y sociales que vayan dirigidas a fomentar programas de rehabilitación que sean adecuados y estén adaptados al perfil neuropsicológico de la población consumidora de drogas hacia la que van dirigidos”.
El trabajo realizado en la UGR es la primera investigación que se hace sobre prevalencia de deterioro neuropsicológico en sujetos consumidores de drogas, usuarios de comunidades terapéuticas. Además, aunque existían estudios sobre el reconocimiento emocional en consumidores de drogas, éstos investigaban el reconocimiento como un proceso unitario. Los científicos granadinos, sin embargo, han analizado por primera vez la relación entre el consumo y el reconocimiento de cada una de las emociones básicas (felicidad, sorpresa, ira, miedo, tristeza y asco).
Para la realización de este trabajo, los científicos llevaron a cabo la evaluación neuropsicológica (con pruebas de evaluación neurocognitiva y evaluación del procesamiento emocional) de un total de 123 individuos policonsumidores de diversas drogas y 67 individuos no consumidores igualados a los anteriores en las principales variables sociodemográficas (edad y escolaridad).
La población objeto de estudio fueron individuos consumidores de drogas incluyendo cocaína, cannabis, heroína, alcohol, MDMA, y metaanfetaminas, procedentes de los centros Proyecto Hombre y Cortijo Buenos Aires de la provincia de Granada.
La autora principal de esta investigación (dirigida por los profesores Miguel Pérez García y Antonio Javier Verdejo García) ha sido María José Fernández Serrano, del Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada.
Su trabajo ha demostrado, asimismo, que el 70% de los consumidores de drogas presenta algún tipo de deterioro neuropsicológico, independientemente del tipo de sustancia consumida. La memoria de trabajo era el componente con mayor porcentaje de deterioro, seguida de la fluidez, la flexibilidad, la planificación, la capacidad de multitarea y la interferencia.
Fernández Serrano cree que estos resultados “deben servir como fundamento para la realización de actuaciones políticas y sociales que vayan dirigidas a fomentar programas de rehabilitación que sean adecuados y estén adaptados al perfil neuropsicológico de la población consumidora de drogas hacia la que van dirigidos”.
El trabajo realizado en la UGR es la primera investigación que se hace sobre prevalencia de deterioro neuropsicológico en sujetos consumidores de drogas, usuarios de comunidades terapéuticas. Además, aunque existían estudios sobre el reconocimiento emocional en consumidores de drogas, éstos investigaban el reconocimiento como un proceso unitario. Los científicos granadinos, sin embargo, han analizado por primera vez la relación entre el consumo y el reconocimiento de cada una de las emociones básicas (felicidad, sorpresa, ira, miedo, tristeza y asco).